Nota del editor: Estamos completamente de acuerdo con que la dinamica del conflicto tiende a complicarlo y a empeorar cada día, pero no con la conclusión: Colombia necesita saber la verdad para poder superar el conflicto y lograr entrar en un camino de reconciliación. En el exilio solo se logra mantener la impunidad. Hay que avanzar hacia los mecanismos transicionales de justicia, asi sea sin carcel y compensando la perdida de la libertad con el develamiento de toda la verdad, penas de caracter pecuniario, reparación y verdaderas garantías de no repetición.
Por Francisco Galán | Publicado el 9 de febrero de 2012
Después de casi año y medio de finalizado el gobierno del expresidente Uribe, se han abierto grandes debates sobre la política de su gobierno, de sus funcionarios y de él mismo. Se han iniciado más de una docena de procesos judiciales a reconocidos personajes de esta administración, a la par que se han generado brotes de un movimiento que muchos han llamado de extrema derecha, que se viene expresando abiertamente contra las políticas del gobierno del presidente Santos, de sus ministros, de las Cortes y de todo el aparato judicial. Todo mientras se anuncia un libro de alias 'don Berna' en donde dizque se van a hacer nuevas revelaciones sobre empresarios, militares y más políticos que estuvieron comprometidos con el paramilitarismo.
Dentro de este maremágnum de situaciones resalta la investigación preliminar contra el ex alto comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo, por la falsa desmovilización del frente Cacica la Gaitana; hecho de durísimos cuestionamientos y que solo parece ser resuelto en los estrados judiciales y disciplinarios, lo que vislumbra la posibilidad de que otro de los altos funcionarios del gobierno Uribe esté en vías de ser procesado y estar entre rejas. Mientras se anuncia que no ha comparecido a dos citaciones de la Fiscalía General.
Antes que verlo detenido en una prisión, prefiero verlo exiliado. No quisiera que los papeles hoy se cambiaran, mientras yo hoy defiendo el Estado Social de Derecho y sus instituciones a las cuales él me convocó en el proceso de diálogo con el ELN y por lo cual renuncié a transformarlas por el método violento y por ende a la guerrilla, Luis Carlos mañana desconozca el papel del Estado y sus instituciones y se levante no solo en oposición intransigente sino en beligerancia por la defensa de su verdad y de los que lo acompañan.
Todos estos llamados a juicio, más los que irán surgiendo por acción de nuevas imputaciones, pueden llevar a los implicados a agruparse y levantarse en armas por la recuperación del poder y su propia defensa.
La historia debe tener mecanismos que eviten los colapsos en sociedades tan alteradas periódicamente como nuestra patria. Tenemos que encontrar una salida a tiempo, creo que se está incubando un conflicto de mayores proporciones que el que hoy vivimos, un conflicto donde convergen, además de los anteriores, el problema de la tierra, el narcotráfico, las bandas criminales, las guerrillas de izquierda, las bandas urbanas, las judicializaciones de funcionarios, políticos y militares, además de la amenaza latente de una derecha beligerante.
¿Qué hacer? Es urgente convocar a la Nación a un diálogo de reconciliación dentro del Marco Legal para la Paz, que recupere su propósito de prevenir la violencia y encontrarle salida a toda esta barbarie y no solo como un mecanismo para resolver procesos de desmovilización.
No me imagino este país, además, con una guerrilla de derecha.
Es mejor que se vayan
Dentro de este maremágnum de situaciones resalta la investigación preliminar contra el ex alto comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo, por la falsa desmovilización del frente Cacica la Gaitana; hecho de durísimos cuestionamientos y que solo parece ser resuelto en los estrados judiciales y disciplinarios, lo que vislumbra la posibilidad de que otro de los altos funcionarios del gobierno Uribe esté en vías de ser procesado y estar entre rejas. Mientras se anuncia que no ha comparecido a dos citaciones de la Fiscalía General.
Antes que verlo detenido en una prisión, prefiero verlo exiliado. No quisiera que los papeles hoy se cambiaran, mientras yo hoy defiendo el Estado Social de Derecho y sus instituciones a las cuales él me convocó en el proceso de diálogo con el ELN y por lo cual renuncié a transformarlas por el método violento y por ende a la guerrilla, Luis Carlos mañana desconozca el papel del Estado y sus instituciones y se levante no solo en oposición intransigente sino en beligerancia por la defensa de su verdad y de los que lo acompañan.
Todos estos llamados a juicio, más los que irán surgiendo por acción de nuevas imputaciones, pueden llevar a los implicados a agruparse y levantarse en armas por la recuperación del poder y su propia defensa.
La historia debe tener mecanismos que eviten los colapsos en sociedades tan alteradas periódicamente como nuestra patria. Tenemos que encontrar una salida a tiempo, creo que se está incubando un conflicto de mayores proporciones que el que hoy vivimos, un conflicto donde convergen, además de los anteriores, el problema de la tierra, el narcotráfico, las bandas criminales, las guerrillas de izquierda, las bandas urbanas, las judicializaciones de funcionarios, políticos y militares, además de la amenaza latente de una derecha beligerante.
¿Qué hacer? Es urgente convocar a la Nación a un diálogo de reconciliación dentro del Marco Legal para la Paz, que recupere su propósito de prevenir la violencia y encontrarle salida a toda esta barbarie y no solo como un mecanismo para resolver procesos de desmovilización.
No me imagino este país, además, con una guerrilla de derecha.
Es mejor que se vayan