Hay que ir a Urabá y abrir los ojos
Por
Héctor Mejía Restrepo
Yo sí fui a Urabá hace como dos meses. Lo que vi fue una región desarrollada, como pocas en Colombia, muy distinta a lo que era hace cuarenta años: Treinta y dos mil hectáreas de banano, cuarenta mil de plátano, cinco mil de palma, 700 mil de ganaderías, un millón de cabezas de ganado, cinco aeropuertos, multitud de industrias y micro industrias (de frutas deshidratadas, de confites, de pulpas de banano), carreteras pavimentadas, ciudades, comercio, comunicaciones, un puerto internacional, una numerosa población urbana (332.000 en cinco cabeceras), hospitales, colegios de bachillerato, una carretera pavimentada que va desde Medellín a todos los centros importantes de la región, apta para el transporte intenso de tractomulas (no la trochita estrecha de don Gonzalo Mejía).
La industria en Urabá crece rápidamente: dos fábricas grandes de cajas de cartón, una fábrica de plásticos, dos astilleros para construir barcazas y planchones, seis fábricas de estibas, una fábrica de alcoholes extraídos del banano, fábricas de banano deshidratado, tortas, confitería y chocolatinas, fábrica de carrocerías para camiones, fábricas de muebles de madera fina, dos embotelladoras de Postobón y Coca Cola. El potencial industrial es muy variado y de proporciones notables. Hay suficiente energía, en parte llevada desde Medellín.
Los habitantes urbanos del eje bananero llegan a más de 350.000 en cinco municipios (sólo Apartadó tiene unos 120.000) en donde hay buenos hoteles, hospitales, colegios de bachillerato, clínicas privadas, universidades, centros comerciales (Éxito, Carrefour), colegios bilingües. En la zona total de Urabá viven unos quinientos mil habitantes.
El puerto internacional mueve importaciones que llegan de muchos países del mundo (papel para periódicos, celulosa, automóviles, repuestos, fertilizantes, etc.). Los barcos antes se venían vacíos. Los puertos más modernos del mundo son planchas que flotan en alta mar con la capacidad de atender cincuenta barcos simultáneamente como mínimo. El de Urabá ha descargado en un solo día hasta siete barcos al mismo tiempo. Salen semanalmente quince barcos.
Los grandes puertos que se están construyendo en el mundo son superficies que flotan en alta mar. Las nuevas tecnologías de las enormes grúas para el cargue y el descargue, y las tecnologías de ascensores de carga, han permitido estos adelantos que salen más baratos y son más funcionales. Atrás quedaron esas estructuras rígidas de puertos en concreto, tan costosos y difíciles de operar.
La Carretera al Mar hoy en día no tiene nada que ver con aquella trocha de tierra de 1956. Es una cinta pavimentada desde Medellín hasta Arboletes (más allá Turbo y de Necoclí) cubierta por una fila de tractomulas que traen de todo desde el puerto. En un buen auto se puede recorrer en cinco horas, cuando antes se necesitaban catorce.
De todo Colombia, Antioquia es el segundo departamento en cuanto a kilómetros de playa (el primero es Guajira), lo cual abre un futuro importante para la industria del turismo, que ya tiene un comienzo pujante. Hay un aeropuerto internacional cerca de Apartadó.
En Urabá cada finca es una empresa como cualquier fábrica de Medellín. Una fábrica promedio de banano, plátano o palma tiene 100 hectáreas y necesita más o menos sesenta trabajadores. O sea hay unas mil fábricas que llevan contabilidad, siguen un presupuesto, y pagan impuestos.
Nada de la vieja agricultura de cultivos de pan-coger, atrasada y analfabeta. Nada de la miseria sin esperanza de hace cuarenta años. Urabá es otra Antioquia, otro orgullo. El sueño de don Gonzalo.
hectormr23@hotmail.com
Este es el Blog de Urabá hoy, periódico regional del gran Urabá. Temporalmente, por problemas de intolerancia e inseguridad en la región esta suspendida la edición en papel, pero avanzamos hacia la electrónica.
lunes, marzo 27
viernes, marzo 24
EXPLOSION DE MINAS EN COLOMBIA (EL TIEMPO)
En 659 municipios de Colombia hay sembradas minas antipersona; 289 más que en el 2.000
En los últimos cinco años, 2.358 personas han sido víctimas de estos artefactos. Antioquia, Meta y Norte de Santander tuvieron la mayoría de casos.
Según las cifras del Observatorio de Minas, el número de poblaciones con minas antipersona aumentó un 46 por ciento entre el 2000 y febrero de este año, frente a los 338 que entre 1990 y 1999 estaban afectados por este problema.
Las víctimas más recientes fueron tres menores de la vereda La Palestina, de Vista Hermosa (Meta), quienes resultaron mutilados. Este lugar es uno de los municipios que se ha visto cercado por estos artefactos en los últimos años. La ofensiva del Ejército en esa zona llevó a las Farc a minar varios terrenos rurales, especialmente en la serranía de La Macarena, para proteger los cultivos de coca.Algo parecido ha ocurrido en el oriente de Antioquia donde la estrategia de las Farc ha convertido caminos veredales en intransitables.Precisamente en Antioquia, el departamento más afectado, 34 nuevos municipios entraron a formar parte de la lista. Lo siguen Cundinamarca (29) y Nariño (27).Según el Observatorio, de 4.575 víctimas, entre 1990 y el 2006, solo 40 eran de grupos armados ilegales. Más de 1.600 eran civiles, campesinos casi todos, y 476 eran niños. En ese lapso murieron por este motivo 1.125 personas.
Arte y deporte para sensibilizar
El Gobierno, junto con organismos internacionales como la OEA y Unicef, ha desarrollado varias campañas para sensibilizar a los colombianos sobre la problemática de las minas antipersona.El año pasado, un grupo de víctimas de estos artefactos participó en la Vuelta a Colombia en bicicleta llevando como lema ‘La otra vuelta a Colombia: No más minas antipersona’.El pasado mes de febrero, la Vicepresidencia lanzó la campaña ‘Más arte, menos minas’, que busca educar a los habitantes de los municipios con riesgos de accidentes por estos artefactos. La campaña contempla afiches y cuadernos con recomendaciones para protegerse de las minas.Además, varios artistas nacionales, como Maia, Andrés Soler y Andrea Echeverri, crearon canciones con mensajes para reforzar la prevención en las zonas de riesgo.
Desminado se tardaría 20 años
El reto del desminado, que el país tendrá que asumir luego de que supere su conflicto armado, representa un problema de enormes proporciones si se tiene en cuenta que, según estimativos del Observatorio de Minas de la Vicepresidencia de la República, en el país hay sembradas unas 100 mil minas antipersona. La eliminación de estos artefactos, según el mismo Observatorio, tomaría entre 10 y 20 años.Pero lo más complicado es que su desaparición como arma de guerra parece estar lejos.Los grupos ilegales que las utilizan, principalmente las Farc, las consideran un método barato y efectivo (sembrar una mina tiene un costo de 80 centavos de dólar).Y se estima que desenterrarlas costaría entre 22 y 53 millones de dólares. Por sacar cada mina adicional se calcula que habría que desembolsar entre 300 y 600 dólares más.
476 es el número de menores de edad que han resultado afectados por las explosiones de las minas antipersona desde 1990. Casi todos eran niños campesinos.
Sin registro adecuado
"Más de la mitad de las víctimas de minas no son registradas en la Red de Solidaridad como víctimas de violencia”.Coordinación de Campaña contra las Minas.
Vidas truncadas
José Orfelí Martínez creyó que la vida se le acababa el 12 de noviembre del 2003, cuando por accidente pisó una mina en una finca de Tibú (Norte de Santander), donde trabajaba como jornalero. Pero el impacto más grande lo recibió cuando le amputaron su pierna izquierda. “Perdí el trabajo y me tuve que acostumbrar a las muletas”, dice el campesino, de 29 años, quien el año pasado volvió a sentirse útil luego de que el Gobierno le donó una prótesis.
El 2 de abril del 2005, en zona rural de Ituango, el sargento Óscar Sánchez y el cabo segundo Nelson Gálvez (foto) activaron una mina cuando patrullaban. A Sánchez le amputaron su pierna derecha y Gálvez, sufrió la fractura de su columna. Gálvez aún acude a exámenes médicos y sus movimientos son limitados. Sánchez es Jefe de la Sección Segunda de Inteligencia, pero dice que extraña los combates.
El lío de San Carlos
Mientras en diciembre pasado los municipios del oriente de Antioquia concentraron sus esfuerzos en pedir fiestas sin pólvora, en San Carlos el lema fue ‘Una Navidad sin minas’.La meta de tener cero víctimas de las minas ese mes no se cumplió: un soldado pisó una en el área rural.En este municipio, de 22 mil habitantes y 702 kilómetros cuadrados, la presencia del frente 9 de las Farc y el bloque Héroes de Granada de las Auc, ya desmovilizado, ha puesto a los campesinos en un riesgo continuo. El problema se advierte desde la entrada a la Alcaldía, donde su vigilante es sobreviviente de una mina. Además, del presupuesto municipal se destinan 50 millones de pesos para atender a los afectados.En los colegios, los niños reciben charlas sobre el tema y se realizan capacitaciones en zonas rurales con mapas de riesgo de los caminos veredales que están minados.
El problema en Nicaragua Una de las experiencias de desminado la realiza Nicaragua, en donde según los registros oficiales, 135.643 minas fueron instaladas durante el conflicto interno (1979-1990). Allí, ese trabajo le ha sido encargado al Ejército desde 1991. La táctica ha sido la remoción manual con detectores. Nicaragua se trazó como propósito eliminar esos explosivos d el país antes del 2005, pero falló. La nueva meta es hacerlo antes de finalizar este año.
En los últimos cinco años, 2.358 personas han sido víctimas de estos artefactos. Antioquia, Meta y Norte de Santander tuvieron la mayoría de casos.
Según las cifras del Observatorio de Minas, el número de poblaciones con minas antipersona aumentó un 46 por ciento entre el 2000 y febrero de este año, frente a los 338 que entre 1990 y 1999 estaban afectados por este problema.
Las víctimas más recientes fueron tres menores de la vereda La Palestina, de Vista Hermosa (Meta), quienes resultaron mutilados. Este lugar es uno de los municipios que se ha visto cercado por estos artefactos en los últimos años. La ofensiva del Ejército en esa zona llevó a las Farc a minar varios terrenos rurales, especialmente en la serranía de La Macarena, para proteger los cultivos de coca.Algo parecido ha ocurrido en el oriente de Antioquia donde la estrategia de las Farc ha convertido caminos veredales en intransitables.Precisamente en Antioquia, el departamento más afectado, 34 nuevos municipios entraron a formar parte de la lista. Lo siguen Cundinamarca (29) y Nariño (27).Según el Observatorio, de 4.575 víctimas, entre 1990 y el 2006, solo 40 eran de grupos armados ilegales. Más de 1.600 eran civiles, campesinos casi todos, y 476 eran niños. En ese lapso murieron por este motivo 1.125 personas.
Arte y deporte para sensibilizar
El Gobierno, junto con organismos internacionales como la OEA y Unicef, ha desarrollado varias campañas para sensibilizar a los colombianos sobre la problemática de las minas antipersona.El año pasado, un grupo de víctimas de estos artefactos participó en la Vuelta a Colombia en bicicleta llevando como lema ‘La otra vuelta a Colombia: No más minas antipersona’.El pasado mes de febrero, la Vicepresidencia lanzó la campaña ‘Más arte, menos minas’, que busca educar a los habitantes de los municipios con riesgos de accidentes por estos artefactos. La campaña contempla afiches y cuadernos con recomendaciones para protegerse de las minas.Además, varios artistas nacionales, como Maia, Andrés Soler y Andrea Echeverri, crearon canciones con mensajes para reforzar la prevención en las zonas de riesgo.
Desminado se tardaría 20 años
El reto del desminado, que el país tendrá que asumir luego de que supere su conflicto armado, representa un problema de enormes proporciones si se tiene en cuenta que, según estimativos del Observatorio de Minas de la Vicepresidencia de la República, en el país hay sembradas unas 100 mil minas antipersona. La eliminación de estos artefactos, según el mismo Observatorio, tomaría entre 10 y 20 años.Pero lo más complicado es que su desaparición como arma de guerra parece estar lejos.Los grupos ilegales que las utilizan, principalmente las Farc, las consideran un método barato y efectivo (sembrar una mina tiene un costo de 80 centavos de dólar).Y se estima que desenterrarlas costaría entre 22 y 53 millones de dólares. Por sacar cada mina adicional se calcula que habría que desembolsar entre 300 y 600 dólares más.
476 es el número de menores de edad que han resultado afectados por las explosiones de las minas antipersona desde 1990. Casi todos eran niños campesinos.
Sin registro adecuado
"Más de la mitad de las víctimas de minas no son registradas en la Red de Solidaridad como víctimas de violencia”.Coordinación de Campaña contra las Minas.
Vidas truncadas
José Orfelí Martínez creyó que la vida se le acababa el 12 de noviembre del 2003, cuando por accidente pisó una mina en una finca de Tibú (Norte de Santander), donde trabajaba como jornalero. Pero el impacto más grande lo recibió cuando le amputaron su pierna izquierda. “Perdí el trabajo y me tuve que acostumbrar a las muletas”, dice el campesino, de 29 años, quien el año pasado volvió a sentirse útil luego de que el Gobierno le donó una prótesis.
El 2 de abril del 2005, en zona rural de Ituango, el sargento Óscar Sánchez y el cabo segundo Nelson Gálvez (foto) activaron una mina cuando patrullaban. A Sánchez le amputaron su pierna derecha y Gálvez, sufrió la fractura de su columna. Gálvez aún acude a exámenes médicos y sus movimientos son limitados. Sánchez es Jefe de la Sección Segunda de Inteligencia, pero dice que extraña los combates.
El lío de San Carlos
Mientras en diciembre pasado los municipios del oriente de Antioquia concentraron sus esfuerzos en pedir fiestas sin pólvora, en San Carlos el lema fue ‘Una Navidad sin minas’.La meta de tener cero víctimas de las minas ese mes no se cumplió: un soldado pisó una en el área rural.En este municipio, de 22 mil habitantes y 702 kilómetros cuadrados, la presencia del frente 9 de las Farc y el bloque Héroes de Granada de las Auc, ya desmovilizado, ha puesto a los campesinos en un riesgo continuo. El problema se advierte desde la entrada a la Alcaldía, donde su vigilante es sobreviviente de una mina. Además, del presupuesto municipal se destinan 50 millones de pesos para atender a los afectados.En los colegios, los niños reciben charlas sobre el tema y se realizan capacitaciones en zonas rurales con mapas de riesgo de los caminos veredales que están minados.
El problema en Nicaragua Una de las experiencias de desminado la realiza Nicaragua, en donde según los registros oficiales, 135.643 minas fueron instaladas durante el conflicto interno (1979-1990). Allí, ese trabajo le ha sido encargado al Ejército desde 1991. La táctica ha sido la remoción manual con detectores. Nicaragua se trazó como propósito eliminar esos explosivos d el país antes del 2005, pero falló. La nueva meta es hacerlo antes de finalizar este año.
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derechos fundamentales,
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vivienda digna
miércoles, marzo 15
?sera posible?
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Archivo Robinson Sáenz
Los Objetivos de Desarrollo fueron adoptados por todos los estados miembros de la ONU en la llamada Cumbre del Milenio, celebrada en 2000. El país está comprometido a reducir los niveles de hambre y pobreza.
Calidad de vida mejoró tres puntos
(o podriamos decir ?calidad devida aumento tres puntos?)
En VIH Sida Antioquia tiene niveles superiores a los del país.
La pobreza en la zona pacífica sigue siendo elevada y preocupante.
El ICV del país pasó de 74 a 77 puntos en los últimos seis años.PorGustavo Gallo MachadoQue entre 1997 y 2003 Colombia haya subido tres puntos en el Índice de Calidad de Vida, ICV, no significa que la situación económica y social para sus habitantes sea la más adecuada, ya que de los 1.121 municipios evaluados, 789 no ofrecen a la población los bienes públicos básicos que garantiza la Constitución de 1991. Estos datos fueron recopilados en el análisis Los municipios colombianos hacia los objetivos de desarrollo del milenio, y según el Director de Planeación Nacional, Santiago Montenegro, son importantes para establecer las futuras políticas sociales. El funcionario dijo que es significativo el mejoramiento en la calidad de vida, ya que pasó de 74 a 77 puntos, sin embargo se deben elevar para el beneficio de los colombianos.Si bien las zonas urbanas se mantienen por encima del promedio nacional (84,6 contra 77,4 en 2003), la mejoría en el ICV total entre 1997 y 2003 estuvo catapultada por las rurales, las cuales elevaron su ranking en cinco puntos, mientras las áreas urbanas lo hicieron en 1,5 puntos. De acuerdo con el informe, dado a conocer ayer por el Departamento Nacional de Planeación, y elaborado en conjunto con Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), la zona Pacífica, conformada por Chocó, Nariño y Cauca, es la que presenta la peor situación. Por ejemplo, Chocó no sólo muestra los más bajos niveles de calidad de vida (62 sobre 100), sino que disminuyó su desarrollo ocho puntos frente al estudio anterior."Si la plata se hubiera gastado bien en muchas regiones, seguramente no estaríamos en esta situación tan crítica", conceptuó Montenegro.Bogotá es la región con más alto ICV, (89 sobre 100), mientras que la más dinámica fue la Oriental (Cundinamarca, Santander, Meta y Boyacá, Norte de Santander decrece), que aumentó siete puntos.En cuanto a la educación, el estudio señala que si no se acelera el ritmo en años promedio de educación, Colombia gastaría 20 años en alcanzar, como país, los mínimos constitucionales de nueve grados.Si se mide el analfabetismo por la población que no sabe leer ni escribir, el país estaría en cerca del siete por ciento. Pero si se plantea el analfabetismo funcional, que según la Unesco es cuando se cursan menos de tres grados, en el país habría una tasa del 15.5 por ciento y en la región Pacífica alcanzaría el 18 por ciento."Los Objetivos de Desarrollo del Milenio representan una reivindicación del papel activo del Estado en la promoción de políticas públicas de forma afirmativa, participativa y con capacidad de intervenir en la eliminación de barreras y balancear aquellas asimetrías que le impiden al ciudadano acceder a sus derechos", expresó Bruno Moro, representante del Pnud, al analizar el documento. El experto agregó que también son un instrumento de diálogo entre gobernantes y gobernados, y a través de ellos se puede hablar un mismo lenguaje entre las promesas del gobernante y el cumplimiento que esperan los ciudadanos. Montenegro consideró que es prioritario progresar en la construcción de una sociedad más equitativa, para lo que es necesario dar continuidad a las políticas de crecimiento económico y social.
Ayuda al lector
Antioquia preocupa en VIH-SidaEl informe también señala que los mayores índices de casos de VIH Sida se registran en las ciudades principales y sus áreas metropolitanas. Son principalmente Medellín, Barranquilla, Bogotá, Manizales, Cartagena, Valledupar, Soacha, Riohacha, Cúcuta y Santa Marta. También es preocupante que de los 29 municipios del país con rangos muy altos en la tasa de mortalidad por Sida, 16 están ubicados en Antioquia (tasa nacional: 4,88 por 100.000 habitantes). Las poblaciones con los niveles considerados muy altos son Maceo (12) y Puerto Triunfo (14,8).Respecto del Índice de Calidad de Vida, Antioquia tiene altas condiciones de vida que está tres puntos por encima del promedio nacional. El comportamiento del departamento, de acuerdo con el análisis fue bueno entre 1997 y 2003, pero la brecha urbano-rural sigue siendo grande ya que de los 125 municipios al menos 67 están por debajo del mínimo constitucional.
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Archivo Robinson Sáenz
Los Objetivos de Desarrollo fueron adoptados por todos los estados miembros de la ONU en la llamada Cumbre del Milenio, celebrada en 2000. El país está comprometido a reducir los niveles de hambre y pobreza.
Calidad de vida mejoró tres puntos
(o podriamos decir ?calidad devida aumento tres puntos?)
En VIH Sida Antioquia tiene niveles superiores a los del país.
La pobreza en la zona pacífica sigue siendo elevada y preocupante.
El ICV del país pasó de 74 a 77 puntos en los últimos seis años.PorGustavo Gallo MachadoQue entre 1997 y 2003 Colombia haya subido tres puntos en el Índice de Calidad de Vida, ICV, no significa que la situación económica y social para sus habitantes sea la más adecuada, ya que de los 1.121 municipios evaluados, 789 no ofrecen a la población los bienes públicos básicos que garantiza la Constitución de 1991. Estos datos fueron recopilados en el análisis Los municipios colombianos hacia los objetivos de desarrollo del milenio, y según el Director de Planeación Nacional, Santiago Montenegro, son importantes para establecer las futuras políticas sociales. El funcionario dijo que es significativo el mejoramiento en la calidad de vida, ya que pasó de 74 a 77 puntos, sin embargo se deben elevar para el beneficio de los colombianos.Si bien las zonas urbanas se mantienen por encima del promedio nacional (84,6 contra 77,4 en 2003), la mejoría en el ICV total entre 1997 y 2003 estuvo catapultada por las rurales, las cuales elevaron su ranking en cinco puntos, mientras las áreas urbanas lo hicieron en 1,5 puntos. De acuerdo con el informe, dado a conocer ayer por el Departamento Nacional de Planeación, y elaborado en conjunto con Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), la zona Pacífica, conformada por Chocó, Nariño y Cauca, es la que presenta la peor situación. Por ejemplo, Chocó no sólo muestra los más bajos niveles de calidad de vida (62 sobre 100), sino que disminuyó su desarrollo ocho puntos frente al estudio anterior."Si la plata se hubiera gastado bien en muchas regiones, seguramente no estaríamos en esta situación tan crítica", conceptuó Montenegro.Bogotá es la región con más alto ICV, (89 sobre 100), mientras que la más dinámica fue la Oriental (Cundinamarca, Santander, Meta y Boyacá, Norte de Santander decrece), que aumentó siete puntos.En cuanto a la educación, el estudio señala que si no se acelera el ritmo en años promedio de educación, Colombia gastaría 20 años en alcanzar, como país, los mínimos constitucionales de nueve grados.Si se mide el analfabetismo por la población que no sabe leer ni escribir, el país estaría en cerca del siete por ciento. Pero si se plantea el analfabetismo funcional, que según la Unesco es cuando se cursan menos de tres grados, en el país habría una tasa del 15.5 por ciento y en la región Pacífica alcanzaría el 18 por ciento."Los Objetivos de Desarrollo del Milenio representan una reivindicación del papel activo del Estado en la promoción de políticas públicas de forma afirmativa, participativa y con capacidad de intervenir en la eliminación de barreras y balancear aquellas asimetrías que le impiden al ciudadano acceder a sus derechos", expresó Bruno Moro, representante del Pnud, al analizar el documento. El experto agregó que también son un instrumento de diálogo entre gobernantes y gobernados, y a través de ellos se puede hablar un mismo lenguaje entre las promesas del gobernante y el cumplimiento que esperan los ciudadanos. Montenegro consideró que es prioritario progresar en la construcción de una sociedad más equitativa, para lo que es necesario dar continuidad a las políticas de crecimiento económico y social.
Ayuda al lector
Antioquia preocupa en VIH-SidaEl informe también señala que los mayores índices de casos de VIH Sida se registran en las ciudades principales y sus áreas metropolitanas. Son principalmente Medellín, Barranquilla, Bogotá, Manizales, Cartagena, Valledupar, Soacha, Riohacha, Cúcuta y Santa Marta. También es preocupante que de los 29 municipios del país con rangos muy altos en la tasa de mortalidad por Sida, 16 están ubicados en Antioquia (tasa nacional: 4,88 por 100.000 habitantes). Las poblaciones con los niveles considerados muy altos son Maceo (12) y Puerto Triunfo (14,8).Respecto del Índice de Calidad de Vida, Antioquia tiene altas condiciones de vida que está tres puntos por encima del promedio nacional. El comportamiento del departamento, de acuerdo con el análisis fue bueno entre 1997 y 2003, pero la brecha urbano-rural sigue siendo grande ya que de los 125 municipios al menos 67 están por debajo del mínimo constitucional.
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