domingo, noviembre 27

COMO SE MANEJAN LAS COSAS EN EL "RECLINATORIO" DE LA EMBAJADA.

Consejos del exembajador William B. Wood sobre Ley 975

Disertaciones de Justicia y Paz

Por: Elespectador.com

Después de que la Corte Constitucional hiciera ajustes a la ley, el exembajador Wood le dijo al exsecretario de Presidencia Mauricio González que no reviviera el artículo 71, cuya caída sigue teniendo en el limbo jurídico a 19 mil desmovilizados.



Es así como en dos cables enviados de la Embajada americana a su central en Washington quedan retratadas tres reuniones del entonces embajador de Estados Unidos en Colombia, William B. Wood, con el exsecretario de Presidencia Mauricio González, el excomisionado para la Paz Luis Carlos Restrepo y la exembajadora de Estados Unidos en Colombia, Carolina Barco, que tenían como propósito ayudar a los funcionarios a resolver la redacción de puntos claves de la Ley de Justicia y Paz que fueron corregidos por la Corte. En los cables, sobre todo, se nota el interés del mandatario americano de precisar que, bajo ningún punto, debía impedirse la extradición de los desmovilizados.

El primer informe, fechado el 10 de agosto de 2006, empieza con la intervención de Wood. Éste le manifiesta a González que las regulaciones implementadas por la Corte Constitucional eran ambiguas y el Gobierno colombiano no debía ir más allá de lo estrictamente dictaminado por el alto tribunal. Wood también le dijo a González que Estados Unidos apoyaba la pérdida de beneficios de Justicia y Paz para cualquier individuo que fallara en revelar los crímenes que hubiera cometido y dijo que si sólo se pedía a los ‘paras’ que revelaran crímenes específicos, éstos estarían motivados a ocultar sus implicaciones en ofensas serias.

Asimismo, el embajador William B. Wood le dijo al exsecretario de Presidencia que no estaba de acuerdo con que los ‘paras’ fueran transferidos a una “colonia agrícola” después de cumplir la tercera parte de su condena. Entonces recalcó que no se podía tener en cuenta el tiempo que los líderes de las autodefensas habían permanecido en Santa Fe de Ralito o en la finca La Ceja, ya que, de tal forma, éstos cumplirían una pena mínima o nula en un centro de reclusión real.

En cuestiones de reparación de víctimas, el embajador dijo que el gobierno americano pensaba que los desmovilizados debían renunciar a sus bienes lícitos e ilícitos, entregando sus bienes lícitos en el momento en que hubiera un desfalco entre el valor que se debía entregar a las víctimas y el valor de las propiedades ilegales. Esta advertencia la hizo porque sabía, como se lo advirtió González, que el borrador del Gobierno no exigía a los desmovilizados la entrega de sus propiedades legales.

Seguidamente, Wood inquirió a González sobre cómo iba a interpretar el artículo 71, que otorgaba a los ‘paras’ la condición de sediciosos y con ello les daba un estatus de delincuentes políticos. Y, aunque en el informe no se da cuenta sobre una respuesta de González, señala que el embajador le dejó claro que si el Gobierno colombiano revivía aquel artículo, los líderes paramilitares no podrían ser extraditados. En este momento el exsecretario refutó a Wood manifestando que si Simón Trinidad había sido extraditado por narcotráfico, asimismo podrían ser extraditados los miembros de las Auc.

En el segundo cable, fechado el 14 de agosto de 2006, aunque el embajador trata los mismos temas con el excomisionado de Paz Luis Carlos Restrepo y la embajadora de Colombia en Estados Unidos, Carolina Barco, recae en una pequeña diferencia. Wood les aconseja a los funcionarios que no hagan referencias en el borrador sobre el problema de dónde deberían servirse las sentencias alternativas de los desmovilizados y que omitieran lo que representaba uno de los puntos más cruciales dentro del proceso de desmovilización.

Cinco años después del cable, la caída del artículo 71, el responsable de que hoy estén en el limbo jurídico 19.000 desmovilizados, sigue siendo el talón de Aquiles de la Ley 975. No en vano, el pasado viernes, El Espectador conoció un decreto reglamentario por medio del cual el gobierno del presidente Juan Manuel Santos está buscando resolver la situación de los desmovilizados que aún no han podido saldar sus cuentas con la justicia. Sólo el tiempo dirá si el nuevo gobierno puede llenar los vacíos que dejó sobre las víctimas y los victimarios la discutida Ley de Justicia y Paz.

¿¿¿COMO TERMINAR ESTA FARC-SA????

No es así, Timochenko, no es así

   



N. del Editor de este blog. al momento de circular la revista con este comentario de opinión, no se sabía todavia de el asesinato de los prisioneros secuestrados por las Farc. estamos seguros que el contenido de esta columna hubiera sido mas categórico. 
de todas maneras nos sumamos a las voces de rechazo a ese acto infame, permanecerá en la memoria y algún dia sus autores tendrán que responder con verdad, justicia y reparación a los millones de víctimas que han generado en su cruzada de odio.
AJGF


Por: León Valencia, en semana.com 27 de noviembre de 2011


OPINIÓNCuando la población civil se vuelve el blanco preferido y nadie se detiene ante el estado de indefensión, cuando la guerra se degrada y el honor militar sucumbe ante la venganza, no hay epopeya posible. Es el momento en que el único acto heroico es la paz.

Sábado 26 Noviembre 2011
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Leí su carta. Su adolorido reclamo a Santos por el uso desproporcionado de la fuerza en la muerte de Alfonso Cano, por la exhibición de los cadáveres de los jefes de las Farc dados de baja y la fiesta que acompaña estos momentos de escarnio, por tomar la mano arrancada a Iván Ríos como testimonio para la recompensa.


Es un clamor humano que debía tener eco en una Nación que lleva en su alma un cristianismo compasivo y triste. Pero no lo tiene y eso debía suscitar un interrogante en su corazón. 
Quizá las imágenes de los secuestrados con la humillación pintada en su rostro, con la piel lacerada y los ojos anhelantes, con la voz desgarrada por el largo suplicio; esas visiones del horror que el país conoció hace pocos años a través de videos y de fotografías enviadas por los carceleros de las Farc desde las montañas lejanas; o el desgarrador desfile de soldados mutilados en los hospitales militares, han ahogado la compasión en nuestro pueblo.

Usted lo sabe bien. Esta larga guerra es un macabro juego de espejos en el que cada contendiente acosado por memorias vengativas, despojado de valores que la humanidad ha forjado en el abismo de sus grandes conflictos, ha dado en hacerle a su enemigo lo mismo que ha sufrido, lo mismo que en tantos momentos ha soportado. Los paramilitares han estado en eso; las guerrillas están en eso; sectores de la fuerza pública están ahí; la sociedad calla y de vez en cuando alza la voz para condenar o para disculpar, según las preferencias ideológicas. 

A estas alturas es inútil reclamar humanidad. Aunque las palabras estén cargadas de verdad y de dolor, suenan siempre a mascaradas. Ya no hay solución que no sea la paz para detener la infamia. Es así, Timochenko. No será prolongando la guerra como se puede parar la ignominia, la propia y la ajena. La persistente violencia ha entrado a saco en el corazón de los colombianos y se ha robado a jirones una porción grande del humanismo que anidaba en ellos. Tenemos que parar el desangre para que el país recupere el pudor y la bondad; para que nadie haga fiesta con la muerte o el secuestro. 

Invoca usted el heroísmo de sus hombres y mujeres para denostar al mismo tiempo el valor del contrario. Deténgase a pensar un poco y se dará cuenta de que cuando la población civil se vuelve el blanco preferido y nadie se detiene ante el estado de indefensión, cuando la guerra se degrada y el honor militar sucumbe ante la venganza, no hay epopeya posible. Es el momento en el que el único acto heroico es la paz. 

Eso ha sido así siempre, pero lo es más ahora. Hace poco se hizo una calificación de los presidentes de Colombia. Alberto Lleras quedó primero entre los mandatarios. Se ganó ese lugar, entre otras cosas, por haber liderado la paz de los años cincuenta. Difícilmente el porvenir entregará galardones por batallas ganadas o sacrificios realizados en la confrontación que nos aflige, en cambio tendrá un sitio de honor para quienes sean capaces de firmar una paz duradera.

Atrévase usted, Timochenko, a iniciar un proceso de reconciliación y sabrá del heroísmo. Tendrá que enfrentar primero a quienes en sus propias filas lo mirarán como un traidor y harán todo cuanto esté a su alcance para detener su propósito; luego se las verá con un sector de las élites del país que se siente más cómodo en la guerra que en la paz, con esa derecha ligada a las mafias y a la ilegalidad que ha acumulado dinero y poder en medio de la violencia y que se opondrá con uñas y dientes a un final negociado para el litigio; y después, cuando esté en la vida civil, tendrá el reto de defender las ideas sociales que proclama en medio de los halagos y las amenazas. Para estas batallas se necesita más serenidad y más valor que para enviar jóvenes campesinos al sacrifico o al deshonor en una guerra sin futuro.

domingo, noviembre 13

Un Camino hacia el Futuro: GUERRA PERPETUA, SALIDA, SOLUCIÓN IMPUESTA O SOLUC...


GUERRA PERPETUA, SALIDA, SOLUCIÓN IMPUESTA O SOLUCIÓN NEGOCIADA: ¿QUE QUIEREN LOS ACTORES ARMADOS EN COLOMBIA?

ENDLESS WAR,  AN  EASY EXIT, A GIVEN SOLUTION, A NEGOCIATED SOLUTION: ¿ WHAT DOES COLOMBIAN ARMED ACTORS WANT?

Brief: 
So, the legal frame to peace that is debating  colombian Congress must give reliable answers to several  basic issues and the first of them will be,  how many of power will  colombian policy makers and  power owners are ready to toss  and share to make   peace become possible and  achieveable,  permitting the politic participation  to the former  conflict armed actors when demobilized.  But isn´t , the new legal frame for peace will worth nothing.

Puede resultar apresurado hacerse esta pregunta hoy, cuando la respuesta del Estado colombiano es evidente y como están las cosas, solo cabe en la cabeza de la clase dirigente y política la salida militar para el conflicto armado.  Decimos militar, por que la desmovilización individual, que es la punta de lanza de la estrategia de paz llamémosla “humana” del Estado, basada en la deserción de los grupos guerrilleros es solo una parte de la estrategia militar que pretende restarle individuos al enemigo. Y por otro lado, la contundencia de los golpes propinados a las guerrillas, ponen a algunos a soñar con acabar el conflicto por sustracción de materia al terminar con todos los actores armados en el cementerio.
Pero pocos se preguntan que salida es la que realmente requiere el conflicto armado colombiano, de la cual son actores necesarios el Estado colombiano, y toda la sociedad, así como los actores armados ilegales que actúan en el conflicto, motivados por muchos intereses políticos y que ninguno confluye en el interés real, que es solucionar de fondo las inmensas inequidades que existen al interior de nuestra nación.
El proyecto de generar mediante un acto legislativo un “marco legal para la paz”, se quedará en muy buenas intenciones, puesto que así logre salir del tramite constituyente y plasmarse en una reforma constitucional, no será una solución efectiva para comenzar a poner fin al conflicto que agobia a Colombia.
Pero, hay que abordar dos temas fundamentales antes, previendo el desarrollo de esta solución legislativa.
El primero de ellos, es la reconciliación. La reconciliación es sinónimo de paz. Todo lo que produzca el Estado para lograr des-escalar  o humanizar  el conflicto debe partir del presupuesto de que debe conducir a la reconciliación.  Si no es conducente a este fin, no sirve.
Anular el conflicto es imposible, pues es inherente al ser humano, pero humanizarlo y evitar su escalamiento es posible, deseable y absolutamente necesario. A esto deben apuntar los sistemas legales que se desarrollen para tal finalidad. Estanislao Zuleta decía con sabiduría que “una sociedad mejor es una sociedad capaz de tener mejores conflictos. De reconocerlos y de contenerlos. De vivir no a pesar de ellos, sino productiva e inteligentemente en ellos. Que sólo un pueblo escéptico sobre la fiesta de la guerra, maduro para el conflicto, es un pueblo maduro para la paz.”
Lograr evitar que los colombianos opten por la guerra, es solo el final de un cambio cultural que debe estar promovido desde la misma Constitución nacional y que debe contar con el compromiso de todos los estamentos del Estado para su logro. Este debe ser el contenido de un verdadero marco legal para la paz.
Si no hay cultura de reconciliación, no hay paz.
El segundo tema es la voluntad política para lograr la paz.  Si no la hay, no hay paz. Si todos los estamentos y actores no están convencidos que hay que hacer grandes esfuerzos en todos los aspectos para lograr la paz y están dispuestos a hacerlos, no habrá reconciliación posible.  La clase dirigente y política colombiana debe entender que el mayor esfuerzo les corresponde a ellos, no solo propiciando el marco legislativo suficiente sino también propiciando el espacio y aportando los medios económicos necesarios para que el cambio en las mentalidades de todas las personas sea efectivo. En resumen, hay que permitir la participación política y el acceso al poder del estado.
Aplacar definitivamente el espíritu violento requiere de insumos culturales que solo serán posibles si se dispone de los recursos suficientes, y estos incluyen no solo cambios no solo en el modelo económico sino también en el modelo político, que deben dejar de ser tan excluyentes.
Y ojo con esto, por que proponerle a las personas  abandonar las armas, integrarse a la sociedad  y desistir definitivamente de la violencia como medio de expresión requiere que se abran espacios para la expresión civil, incluso que se les permita el acceso a los espacios políticos. Si no se permite la participación política a quienes desistan definitivamente de la expresión violenta,  no  se acogerán a las propuestas que pueda realizar la sociedad en su búsqueda de paz.
No vale de ninguna manera reconocerles la categoría de delincuentes “altruistas” a la guerrilla. La opción por la violencia los hace iguales a cualquiera otra persona que haya optado por la violencia como medio de expresión política o social.  En este conflicto, absolutamente ningún actor puede alegar motivos altruistas.
 ¿Como reconocerle ese titulo a alguien o a un grupo en un conflicto en que el altruismo se acabó dos o tres generaciones atrás, cuando dejaron de ser grupos de autodefensa y se convirtieron en maquinas de guerra con intereses mediados por el narcotráfico?
La posibilidad de reconocerles carácter político, procedería solamente cuando hayan demostrado con su desmovilización, con haber concurrido a los tribunales y obtenido una pena por el hecho de su opción violenta y por todos los asesinatos que cometieron, y desde luego haber contado la verdad de su participación al conflicto y reparado a todas las victimas.
El marco jurídico para la paz amenaza con quedarse en buenas palabras bienintencionadas, como esa hermosísima frase de nuestra Constitución que ordena perentoriamente: “la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”.
Entonces, el marco legal para la paz debe dar respuestas posibles a varios aspectos fundamentales, pero el primero de ellos será, hasta donde esta nuestra dirigencia y los dueños del poder dispuestos a ceder parte de este para hacer una verdadera política de paz que sea posible, realizable, cumplible, permitiendo la participación política de los otrora  actores armados. Por que si no, valdrá de nada el marco legal para la paz que se pretende implementar.

Proponemos como conclusión el mismo titulo de este articulo, ahora con una modificación: Guerra perpetua, Salida, solución inpuesta, Salida negociada o solución negociada. ¿Que quiere la clase dirigente y política colombiana?

jueves, noviembre 10

EPS NO PUEDEN DESAFILIAR A USUARIOS POR FALTA DE PAGO

Judicial |10 Nov 2011 - 8:07 am

Las EPS no pueden desafiliar a sus usuarios por mora en el pago

Por: Elespectador.com

El alto tribunal consideró que el Gobierno y las entidades prestadoras estaban violando el derecho a la salud.

Debate sobre las EPS.
Un duro cuestionamiento hizo el Consejo de Estado al dejar sin efecto la norma que le permitía a las Entidades Prestadoras de Salud (EPS) para desafiliar a sus usuarios si estos incurrian en una mora de tres meses en el pago del servicio.
Para el alto tribunal, las EPS estaban violando el derecho fundamental de la salud, al tiempo que advierte que en el orden jurídico no existe ninguna norma que autorice a que los usuarios del sistema de salud sean retirados por fallas en el pago a las entidades.
Cuestiona la posición del Ejecutivo al autorizar a las EPS para que retiraran a los usuarios que se demoraran en su pago, señalando que fue una extralimitación de sus funciones pues se atentó contra un derecho fundamental.
En la decisión se le hace una solicitud al Congreso de la República y a la Superintendencia de Salud para que regulen en el tema del no pago por parte de los empleadores. 
Para el alto tribunal la norma demandada desborda todos los aspectos constitucionales de protección a la salud que es un derecho fundamental, puesto que la norma fue establecida haciendo énfasis en que la falta de pago de los aportes al Sistema de Salud por un periodo de tres meses, implicaba no solo una limitación en el acceso a los servicios de salud del empleado, sino que también se le sancionaba con la desafiliación
Igualmente se le solicita al al Ministerio de Protección Social que vigilen los pagos por parte de los empleadores para que los usuarios como es el caso de los empleados no sean perjudicados con la falta en los servicios de salud.

martes, noviembre 8

Los hombres de atrás: OJO CON ESTO¡¡¡¡

Los hombres de atrás: Es hora de atribuirles las graves violaciones a los Derechos Humanos que han cometido

Por: Andreas Forer

El pasado lunes 22 de noviembre, algunos medios de comunicación internacionales reseñaron ampliamente la presentación ante la Corte Penal Internacional (CPI) de Jean Pierre Bemba, ex vicepresidente congoleño y ex líder del Movimiento de Liberación de Congo (MLC).


Bemba es acusado por la Fiscalía de la CPI por los crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos por los miembros de la milicia comandada por él en La República Central Africana entre octubre de 2002 y marzo de 2003 cuando pretendían evitar el golpe de estado contra Ange-Felix Patassé, el entonces presidente de dicho país. 
Pese a la brutalidad de sus incursiones caracterizadas por el uso de la violencia sexual como arma de guerra, el MLC no logró detener el golpe de estado y fue vencido por las fuerzas militares centroafricanas comandadas por Bozizé, actual Presidente Centro Africano y quien solicitó a la CPI  investigar los hechos ocurridos en el contexto del conflicto. Denuncia que desencadenó en la captura de Bemba el 29 de mayo de 2008 en Bélgica.
Si bien este no es el primer caso abierto por la instancia internacional y mucho menos el primero que involucre a una nación africana, este proceso resulta ser muy interesante y como lo dice el diario El País de España “de precedente para la justicia internacional” en tanto que Bemba será juzgado por su responsabilidad en delitos de asesinato, tortura, violación y saqueo que él no cometió, pero sí los hombres de la milicia que él comandaba.
El caso puede resultar de mucho interés para la experiencia colombiana, y en particular para el Proceso Especial de Justicia y Paz, ya que se están tratando puntos que aún no tienen solución definitiva en el contexto nacional. Por ejemplo, son de resaltar los esfuerzos de la Fiscalía en el caso Bemba en materia de imputación de crímenes relativos a la violencia sexual a pesar de que el acusado no los cometió directamente.
Colombia tiene una deuda histórica con las víctimas de violencia sexual y los resultados en Justicia y Paz no son los más alentadores en este sentido. Hay una serie de dificultades para su investigación como el hecho de que los postulados en el proceso no confiesen este tipo de conductas, muchos de los autores materiales ya no están vivos, y los medios probatorios para demostrar los hechos son muy exigentes y de difícil consecución.
Así, es preciso crear figuras o retomar instrumentos de experiencias internacionales que permitan atribuir ese tipo de delitos a los dirigentes de las empresas criminales, pues si bien es importante demostrar que hubo un contexto violento en el cual se presentaron patrones de conducta de violencia sexual, es necesario juzgar y condenar a las personas responsables de estos hechos. Los responsables son en la mayoría de los casos “los hombres de atrás” quienes daban las ordenes tal vez no tan concretas y especificas pero de una manera general en el sentido que la tropa debería mantener el terror contra la población civil con el fin de tener ganancias en la guerra. 
Hay que aplicar figuras internacionalmente aceptadas como la autoría mediata en aparatos organizados de poder o de la empresa criminal común que facilitarían la atribución de conductas a pesar de no demostrarse sus participaciones directas en los hechos más que como dirigente de la organización criminal, lo cual es jurídicamente permitido y además muy eficaz para favorecer los intereses de las víctimas en el proceso. Es necesario concentrarse en los grandes (victimarios y casos) y no en los pequeños, puesto que a estos últimos no se les debería penalizar por el mero hecho de pertenecer a un grupo armado al margen de la ley. Hecho que es más díficil después de la decisión del Corte Constitucional al respecto de la aplicación del principio de oportunidad.

domingo, noviembre 6

UNA EXCELENTE CRONICA EN "EL ESPECTADOR"


NOTA DEL EDITOR:  Como no nos gusta celebrar la muerte de nadie, dejamos las celebraciones por la muerte del guerrillero mayor para los otros periódicos y blogs. Mejor ofrecemos hoy una excelente crónica que habla de la constancia, la dedicación y la responsabilidad. lleva implícita una moraleja de la cual a los seres humanos nos convendría aprender.



De la serie “Islas Invisibles”

El aeródromo de la constancia

Por: Rafael Argullol */Especial para El Espectador

Una historia que parece de ficción, de lo que pudo ser una tragedia real.

Ilustración de Frederic Amat, pintor español.
Ilustración de Frederic Amat, pintor español.



El 7 de septiembre de 2010 un Tupolev 154, con 81 pasajeros a bordo, que cubría la ruta regular entre Yakutia, en Siberia oriental, y Moscú sufrió un colapso total de sus mecanismos eléctricos. El avión sobrevolaba la República de Komi, cerca del círculo polar. Tras los primeros fallos, y antes del apagón completo, los pilotos recabaron información a la torre de control sobre la posible existencia de algún aeropuerto cercano donde realizar un aterrizaje de emergencia. Les informaron que no había ninguno. Sólo se tenía conocimiento de un viejo aeródromo abandonado hacía más de treinta años, que en su momento había servido para dar cobertura a una expedición de geólogos. Era una pista pequeña, de unos mil metros, la mitad de lo necesario para un aparato de las características del Tupolev 154. Probablemente era inservible.
Pero no había otra alternativa. Los pilotos, tras descender a 3.000 metros de altitud, se encaminaron hacia las coordenadas indicadas, en plena taiga del Gran Norte. Durante varios minutos no divisaron nada en la espesura de colores casi otoñales. Debido a la avería las operaciones eran manuales, de manera que cualquier error implicaba la pérdida de toda opción. Después de un largo y angustioso intervalo divisaron un minúsculo rectángulo en el seno de la taiga. Era el viejo aeródromo. La primera impresión fue muy negativa pues, en efecto, aquella explanada parecía terriblemente pequeña como para tener alguna garantía en el aterrizaje. Pero, de pronto, los dos pilotos tuvieron al unísono la misma pincelada de esperanza: aquel rectángulo estaba curiosamente bien recortado en medio de la vegetación. Era sorprendente que la taiga no se hubiera tragado el aeródromo tras treinta años de abandono humano. Aunque la extraña pulcritud de la pista no aseguraba, ni de lejos, el éxito, sí, al menos, invitaba a la tentativa. En cualquier caso las cartas estaban echadas.
El Tupolev empezó a dar vueltas alrededor del rectángulo, y a cada vuelta descendía un par de centenares de metros. Era una danza extravagante, no exenta de majestuosidad, a través de la cual los pilotos trataban de averiguar el flanco más aconsejable para lanzar el aparato hacia tierra. Decididos el lugar y la orientación, llegó el delicado momento de informar a los pasajeros. No es que éstos fueran ajenos a lo que sucedía pero, hasta entonces, junto a la noticia de la avería se había prometido un aeropuerto en condiciones para realizar el aterrizaje de emergencia. Ahora había llegado el momento de decir la verdad: no era un fiable aeropuerto, sino un pobre aeródromo olvidado el que tenía que recibirles para acoger la prueba más dramática. Como los dos pilotos estaban enteramente concentrados en las maniobras, fue una azafata la que explicó la situación a los pasajeros. Nadie replicó. Un silencio abrumador se apoderó de una atmósfera que había estado cargada de susurros y de algún llanto. Con poco tiempo a su disposición, la azafata sólo dio dos consejos: uno concerniente a la posición del cuerpo para paliar el choque que supondría el brusco frenado, y el otro dirigido a asegurar la rapidez de la evacuación. La azafata que había dado la información, junto a sus compañeros de tripulación, se quedaron junto al pasaje. Los pilotos descendieron a menos de 50 metros. Las cartas estaban echadas.
Todo fue muy rápido e infinitamente lento. El aparato saltó varias veces sobre el rectángulo, con violentas sacudidas debido a la acción de los frenos. En cualquier momento se podía producir un giro catastrófico. Y sin embargo, el firme del aeródromo, milagrosamente bien conservado, actuó como un colchón que amortiguaba el golpe. A media carrera por la pista los pilotos ya sabían que conseguirían frenar el avión lo suficiente como para llegar muy lentamente a la emboscada de árboles que aguardaba en el límite de la pista. Y en efecto así sucedió: el Tupolev metió su cabeza en la arboleda como un pájaro que alcanza el nido tras su vuelo laborioso. Quedó detenido, con las alas reposando en las copas verdes y amarillas de los árboles del Gran Norte. La evacuación fue veloz y precisa, de modo que se salvaron los 81 pasajeros, además de la tripulación. Cuando ya se habían alejado del aparato, agrupados en el centro del rectángulo, todos, al expresar la alegría por la salvación, manifestaron su extrañeza por el perfecto estado de la pista de un aeródromo perdido de la mano de Dios.
Y entonces ocurrió algo insólito. Desde el margen contrario apareció un anciano que caminaba muy lentamente. Cuando se acercó al grupo de supervivientes advirtieron que llevaba en su mano derecha un barrilito de vodka y que cantaba con gozo indisimulado. Pronto les contó el secreto: tras la marcha de los geólogos y durante treinta años él continuó preservando el aeródromo, tal como le habían encargado. No hubo día en que no limpiara la pista, incluso durante el crudo invierno. A menudo soñaba que algún avión necesitaría el aeródromo en un aterrizaje de emergencia. El sueño se había cumplido y el vodka era para celebrarlo.
* Filósofo y escritor español.

viernes, noviembre 4

COMENZO PRIMER JUICIO POR RECLUTAMIENTO DE MENORES EN COLOMBIA


Comenzó fase final del primer juicio contra ‘El Alemán’PDFImprimirE-mail
Justicia y Paz - Juicios
Miércoles, 02 de Noviembre de 2011 21:31
 Un grupo de 150 menores reclutados forzadamente serán las primeras víctimas del Bloque Élmer Cárdenas que serán reparadas.


  


“Buenos días, muchachos. ¿Cómo están?” dijoFreddy Rendón Herrera alias ‘El Alemán’ a la entrada del auditorio del Tribunal de Justicia y Paz, en Bogotá, donde tres magistrados estudian las pruebas que presentó la Fiscalía contra el ex jefe paramilitar por el reclutamiento de 150 menores de edad entre 1995 y el 12 de febrero de 2006 cuando este grupo se desmovilizó.

Mientras el ‘Alemán’ se sentó frente a los magistrados que lo juzgan, una docena de jóvenes que no superan los treinta años lo observaron desde la misma sala, sentados en atrás, mientras otros 75 muchachos escucharon la audiencia desde San José de Apartadó, Antioquia.  Los jóvenes fueron reclutados diez años atrás por el Bloque Élmer Cárdenas, a cargo de alias ‘El Alemán’, y por haber sido menores de edad en esa época son víctimas del ex jefe paramilitar. Las leyes internacionales califican el reclutamiento forzado de niños como crímenes de lesa humanidad.

El Bloque Élmer Cárdenas delinquió en el Urabá chocoano y llegó a tener 1.500 paramilitares en sus filas, dejando 11.127 víctimas entre asesinatos, desapariciones y desplazamientos, según el reporte de Justicia y Paz. El grupo comenzó con 40 hombres pero con la financiación de la Casa Castaño, los ganaderos y el narcotráfico se expandió por la región. (Lea: De los ‘guelengues’ al Bloque Élmer Cárdenas).

La Fiscalía 44 de Justicia y Paz documentó 428 casos de menores reclutados, pero durante el juicio probó 309 casos. Sin embargo, del listado el ex jefe paramilitar solo reconoció 150 casos. Y estos son los que desde el 1 de noviembre de 2011 son presentados en juicio durante el incidente de reparación, la fase previa a que los magistrados emitan una sentencia que condene al ex paramilitar y repare a este primer grupo de víctimas. (Lea: Los menores reclutados del Élmer Cárdenas)

Así durante los primeros días de audiencia se presentaron funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, y la Vicepresidencia de la República, que explicaron los programas y mecanismos con que cuenta el Estado para prevenir y atender a las víctimas del reclutamiento forzado.  Según datos de la Vicepresidencia, actualizadas a 31 de octubre de 2011, 4.700 menores han sido atendidos por el Programa de Atención Especializado del Bienestar Familiar.

“En 90% las víctimas han contado que estuvieron en grupos armados ilegales con otros mejores. El 80% hicieron parte de esas estructuras forzadamente. Son menores que antes habían sido víctimas de violencia sexual o intrafamiliar, que consideraban que la escuela no les agradaba o les quedaba lejos, que eran obligados por sus padres a trabajar o que no tenían oportunidades”, dijo ante el Tribunal Gladys María Fernández, funcionaria de la Vicepresidencia.

Fernandéz señaló que el Estado trabaja principalmente en 145 municipios para prevenir el reclutamiento, y que entre estos están Turbo y Apartadó, dos de los pueblos más golpeados por el paramilitarismo. El primero por el Bloque Bananero y el segundo, por el Élmer Cárdenas.

Varias de las víctimas, ahora mayores de edad, le contaron a VerdadAbierta.com que fueron reclutados por este grupo paramilitar, recibieron entrenamiento militar y portaron armas. “Es un episodio de mi vida. Cada vez que escucho la palabra adolescencia se me parte el corazón, porque yo entré a eso cuando tenía 13 años”, dijo una de las víctimas de las cuales se reserva el nombre.

Durante la audiencia, Acción Social presentó un informe sobre los bienes entregados por el grupo paramilitar, teniendo en cuenta que estos son destinados para reparar a las víctimas. Después de la presentación, el Tribunal hizo un llamado a Acción Social para que en un nuevo informe explique por qué, por concepto de ventas y subastas de estos bienes solo ha recaudado $400 millones de pesos, cuando según alias ‘El Alemán’ estos en 2006 estaban avaluados $10 mil millones.

El jueves 3 de noviembre de 2011 ante el Tribunal de Justicia y Paz hablará Nina Winkler, psicóloga alemana experta en estrés postraumático en el conflicto y analista del genocidio en Ruanda. Luego, la Fiscalía comenzará a presentar las pruebas sobre cada uno de los casos de reclutamiento, de manera que los magistrados puedan determinar cómo será la reparación.

El incidente de reparación también abordará el caso del asesinato el 27 de noviembre de 2000 de Rigoberto de Jesús Castro Mora, entonces alcalde de Unguía, Chocó.

*El incidente de reparación continuará hasta el miércoles 16 de noviembre y reanudará el 29 y 30 del mismo mes.