Jorge Restrepo. ElTiempo.com
Lo dice la ONU: se seguirán perdiendo millones de vidas que podrían salvarse y negando muchas libertades que podrían asegurarse; por eso el mundo será “peligroso e inestable”.
Esto hoy más que antes porque es primera vez que la humanidad tiene dinero y técnica suficientes para satisfacer necesidades. La afirmación está en un informe de la asamblea mundial que evalúa ocho compromisos para el 2015 que suscribió al cumplirse el milenio, y en víspera de la celebración de sus 60 años, en septiembre, cuando habrá la mayor cumbre mundial de la historia. Los compromisos son tan obvios que la insistencia es vergonzosa y la estadística al respecto tan conocida como escandalosa. Tiene que ver con lo primario de la existencia: comida, techo, salud, educación.En estos días, el periodismo se horrorizó aquí porque en un pueblo del Pacífico, muestra clásica de la miseria impenitente de esta república, no hay luz hace más de un año. Su protesta no solo ha sido poca y retardada, sino que se justifica menos que ante realidades como los 11 millones de niños que mueren al año por enfermedades curables, los 115 sin escuela o los de su horripilante explotación sexual o laboral, los maltratados, o el medio millón de mujeres que mueren por complicación del parto, o los mil millones de familias que viven en ranchos. Tanta injusticia es aún más sublevante cuando se la ignora, se la desconoce como prioridad máxima o se niega su incidencia en violencia, descomposición social, terrorismo, delincuencia. La ONU identifica 50 países en situación grave. La ayuda internacional, de 79 mil millones de dólares el año pasado, representa el 0,25 del PIB de los países ricos, lejos del 0,7 como nivel apenas aceptable. En estos días, el G-8 aumentó la cantidad y alivió la deuda de los más atrasados. La discusión es, sin embargo, si esa ayuda, mejor que nada, es útil o perjudicial en la medida en que es mal utilizada agravándola, como pasa con limosna o asistencialismo mal entendido. Recomendaciones de fondo apuntan a saneamiento de la economía, lucha contra la corrupción y apertura a la inversión extranjera, que incrementarían los recursos para el desarrollo. A los ricos, más que subsidiar, se pide igualdad comercial internacional, suspensión del proteccionismo agrícola y difusión de tecnología en información y comunicación. Se llega siempre a lo mismo, aunque en circunstancias diferentes: la situación parece insoluble dentro de las condiciones políticas mundiales presentes, a pesar de que el tamaño de la asimetría mundial y de la miseria, en medio de creciente intercomunicación, las hacen cada vez más estruendosas, lo que normalmente debe traer algún cambio, a las buenas o a las malas. Solo el espacio que ha ganado en los medios lo que a veces despectivamente se llama ‘lo social’ da para pensar que la sociedad no es congelable, a pesar de que lo hayan conseguido en muchas ocasiones.
1 comentario:
Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.
- Daniel
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